domingo, 17 de mayo de 2020

CEL Extra 3


Novela original por: Ku Cha (裤衩)
Contemplando Escenas de Libertinaje

Extra II (2)


Traducido por: Firu Firu

Wen Bai - Pecho y Mano (2)

Intentó olvidar a Wen Qing.
Sin embargo, cada vez que pensaba en la palabra “olvidar”, se sentía aún más ansioso e irritado.
Ese día, cuando fue a beber a un bar con otras personas, comenzaron a hablar sobre Wen Qing y Yan Han. Se burlaron de la cobardía de Wen Qing y apostaron a que Yan Han nunca volvería al camino de la virtud. Luego relataron todas y cada una de las malas acciones del pasado de Yan Han.
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Wen Bai apretó incontrolablemente su mano, y sus nudillos se pusieron blancos haciendo que casi aplastara la taza que tenía entre sus manos.
No había forma en que pudiera actuar como su yo anterior y unirse a los demás para reírse de Wen Qing, mientras usaba su vida como tema para una conversación después de la cena.
Él entendía a Wen Qing. Wen Qing no era el tipo de persona buena para nada que ellos describían que era. Simplemente estaba dispuesto a rebajarse por el bien de Yan Han.
Doce años. Mantuvo un perfil bajo durante doce años completos.
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Quizás Wen Qing entendió la definición de una eternidad grabada en los huesos de uno.
Era solo que la persona por quien sentía un amor eterno no era él.
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Wen Bai era en realidad bastante frío, y carecía de emoción.
Él era experto en crear una fachada de sí mismo, pero no era bueno cuando se trataba de amar a alguien sinceramente.
Sin embargo, cada vez que pensaba en Wen Qing, le dolía el corazón como si estuviera siendo arrancado.
También había una llama ardiente de deseo en medio del dolor. Un deseo por Wen Qing.
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Él había estado dando vueltas en círculos. Siempre había estado haciendo eso.
Avanzar. Rendirse. Acercarse. Probar.
Todo el camino hasta que Wen Qing saltó de un edificio.
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Quizás entendió las intenciones de Wen Qing de buscar la muerte. Sin embargo, en la vida, la alegría solo te es entregada por tus propias manos.
Independientemente de las promesas y la protección que otras personas le dieron, siempre y cuando sea algo que él no quiera, entonces todo era una mera compulsión.
Lo dejó ir. Por el bien de su felicidad.
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Él ya no estaba aquí, pero el tiempo seguía corriendo.
Tictac tras tictac, pasaban minutos y segundos.
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Parecía que pasaron otros pocos años. La empresa Yan ya había cambiado su negocio principal a Ciudad W. Empresas Wen tenía el extremo más grande del mercado en la ciudad en la que Wen Qing había existido.
Su carrera creció con éxito, sin embargo, nunca volvió a salir con nadie. Sus padres ahora habían envejecido y ya no tenían la capacidad de gobernar sobre su vida.
El mundo exterior dudaba de su sexualidad. Incluso había periódicos amarillistas que “expusieron” que él tenía enfermedades fisiológicas. Simplemente se rio cuando leyó esos artículos.
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La gente simplemente vivía por hacerse felices a ellos mismos. Podía permitirse tener indulgencias sin principios en ciertas cosas, pero no cuando se trataba de relaciones.
Él no planeaba quedarse solo. Él simplemente estaba esperando. Esperando la persona correcta.
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Ese día, regresó a su universidad para el aniversario de la escuela como un alumno honrado.
Había una declamación sobre una sección de “Hojas de hierba” de Whitman.
El joven en el escenario llevaba una camisa blanca. Estaba de pie en el centro del escenario mientras los fuertes rayos de luz de la iluminación brillaban sobre él, haciendo que su tez se viera ligeramente pálida.
“Puse una rosa marchita para ti, querido amigo;
Pero no te olvido…
No, mientras los recuerdos sutilmente resurjan, el pasado está más vivo que nunca…”[1]
Wen Bai entrecerró los ojos mientras examinaba el rostro del joven con sus ojos. Sintió como si viera a Wen Qing, y al mismo tiempo, como si se viera a sí mismo.
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El nombre del adolescente era Mo QiuNuo. Se mudó con Wen Bai en menos de dos meses.
Cuando hicieron el amor, a Wen Bai realmente le gustó cuando las yemas de Mo QiuNuo pasaron por su cabello. La sensación ligeramente fría pero cálida parecía tener el poder de un afrodisíaco.
Cuando Mo QiuNuo sonreía, sus ojos se parecían mucho a los de otra persona.
Sin embargo, Wen Bai no le haría saber eso.
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A Wen Bai le gustaba escuchar a Mo QiuNuo decir “Te amo”. Le gustaba mirar la ternura que brotaba de los ojos del joven.
Pensó que tal vez llegaría el día en que no recordara la dulzura de Wen Qing.
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Pensó que tal vez habría un día en que la persona que llevaba dentro de su pecho se convirtiera en la persona que actualmente tenía en sus manos.
Una eternidad grabada en los huesos. Armonía perfecta.
Pecho y mano.




[1] No encontré una traducción oficial de este poema… así que hice mi mejor esfuerzo ^^’. Si quieren pueden buscarlo en inglés, su nombre es “Pallid Wreath”.




Firu Firu: Guau~ al fin terminé una novela~~ jeje, espero que la hayan disfrutado tanto como yo  la disfrute traduciendola ^^


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