Novela original por: Ku Cha (裤衩)
Contemplando Escenas de Libertinaje
Contemplando Escenas de Libertinaje
Capítulo 43
Traducido por: Firu Firu
Wen Qing miró por la ventana mientras estaba sentado en el
coche.
Yan Han miró brevemente a Wen Qing, “¿Por qué no respondiste
la pregunta de esa chica en ese momento?”
Yan Han respondió con otra pregunta, “Entonces, ¿qué querías
decir?”
“No lo sé.” Después de que terminó de hablar, Wen Qing cerró
los ojos y se recostó en el cojín del coche, emanando un aura que indicaba que
no quería hablar.
Yan Han miró a Wen Qing con una sonrisa forzada y dejó de
molestarlo.
Justo cuando Yan Han pensó que Wen Qing ya se había quedado
dormido, Wen Qing dijo de repente, “Si alguna vez te juntas con alguien más,
¿puedes dejarme ir?”
“Entonces, ¿realmente pensaste que podrías esconderte de mí
durante tres años?”
Nadie habló en el coche.
Se sentía como si alguien estuviera dentro del cerebro de Wen
Qing y agitando su mente con un palo. Wen Qing
apretó los dientes con fuerza.
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Tan pronto como regresaron, Wen Qing corrió al baño y se
arrodilló frente al inodoro mientras vomitaba violentamente.
No fue hasta que vomitó bilis que se sintió un poco mejor.
Wen Qing se apoyó contra la pared helada. Su cara estaba pálida y sus dientes temblaban constantemente.
Yan Han le dio a Wen Qing una taza de agua tibia antes de
acariciarle la frente, “¿Quieres llamar a un médico?”
Wen Qing negó con la cabeza, “No es necesario.” Fue solo
después de que agarró el agua y se enjuagó la boca que el sabor amargo en su
boca se desvaneció un poco.
Yan Han quería levantar a Wen Qing, pero Wen Qing inclinó la
cabeza hacia atrás y se apoyó contra la pared con los ojos cerrados. “No te
preocupes, estaré bien después de que me incline hacia atrás por un tiempo.”
Yan Han no respondió y se quedó en silencio a un lado.
Wen Qing contó unos segundos en su cabeza. Luego respiró hondo para no estallar en una serie de
maldiciones cuando abrió los ojos para mirar a Yan Han.
Yan Han se agachó y levantó a Wen Qing. “Te resfriarás en el
suelo.”
Wen Qing casi no pudo contener su risa.
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La mano de Yan Han acarició la cintura de Wen Qing cuando
dormían por la noche.
Wen Qing se fue más cerca del borde de la cama. Sin embargo, los movimientos de Yan Han no cesaron cuando su
mano viajó por el abdomen de Wen Qing.
Wen Qing detuvo la mano de Yan Han, “Hagámoslo otro día, no
me siento bien.”
Yan Han se detuvo antes de responder, “Ahora que has
regresado, puedes dejar de actuar de manera pretenciosa.”
La mente de Wen Qing instantáneamente se quedó en blanco
cuando olas de sonidos atronadores resonaban constantemente junto a su oído.
Wen Qing soltó la mano del otro y le permitió a Yan Han hacer
lo que quisiera.
Yan Han se había abstenido sexualmente durante tres años, por
lo que estaba un poco fuera de control con la fuerza de sus movimientos.
Wen Qing se mordió el labio inferior y no hizo un solo
sonido.
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Al final, el hombre llevó a Wen Qing a lavarse, sin descubrir
que Wen Qing ni siquiera sintió una pizca de placer esa noche.
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