Novela original por: Ku Cha (裤衩)
Contemplando Escenas de Libertinaje
Contemplando Escenas de Libertinaje
Capítulo 48
Traducido por: Firu Firu
Cuando Wen Qing se despertó, Yan Han estaba sentado en el
borde de la cama, mirándolo.
Los ojos de Yan Han estaban bien rojos, y había rastros
oscuros en su barbilla mostrando que ya le estaba por crecer la barba.
Yan Han asintió con la cabeza.
“¿Entonces ya te decidiste?” Wen Qing se sentó y se apoyó en
la almohada.
“Lo he hecho.” Yan Han hizo una pausa, “No puedes irte.
Puedo darte lo que quieras.”
“¿No hay espacio para negociar?”
“No.” El hombre miró con calma a Wen Qing.
“Entonces puedes irte primero y dejarme solo.” Wen Qing giró
la cabeza hacia un lado y miró por la ventana.
Yan Han no se movió.
“¿Tengo que morir delante de ti para hacer que te rindas
voluntariamente?” Los ojos de Wen Qing estaban llenos de frialdad.
Yan Han tragó saliva antes de levantarse y miró hacia la
puerta.
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El asistente Xiao Zhang entró y le hizo una reverencia a Wen
Qing, “Hola, Wen Ge.”
Yan Han miró a Xiao Zhang antes de decirle a Wen Qing,
“Regresaré tan pronto como termine mi reunión de hoy. Él te cuidará mientras yo esté fuera.”
Wen Qing apretó sus labios en una línea apretada, y leves
venas azules aparecieron en su frente.
Justo cuando Yan Han se dio la vuelta para irse, un enorme
estruendo retumbó detrás de él.
Wen Qing había arrojado la lámpara de noche al suelo. Había fragmentos de vidrio por todas partes cuando Wen Qing
estaba encima de ellos con sus pies descalzos.
La sangre se filtró gradualmente bajo sus pálidos pies, que
estaban sobre las tablas del suelo de tono negro.
Las pupilas de Yan Han se dilataron antes de caminar
apresuradamente en un intento de agarrar a Wen Qing.
Wen Qing retrocedió un paso, y el sonido de fragmentos de
vidrio raspando el piso hizo eco.
Yan Han se obligó a detenerse, demasiado asustado para
moverse.
Xiao Zhang se quedó a un lado y miró sin expresión al inexpresivo
Wen Qing. Solo el pensamiento de esta situación
hizo que le dolieran ligeramente los pies.
El corazón de Yan Han se apretó de dolor cuando le gritó a
Xiao Zhang, “¡¿Qué estás mirando?! ¡Date prisa y
ve a buscar el coche!”
Xiao Zhang al instante salió corriendo de una manera
nerviosa.
“No me vas a dejar ir, ¿verdad?” La expresión de Wen Qing era
plácida.
“¡No hagas nada tonto!” Yan Han frunció el ceño con fuerza.
“¿Estoy bromeando?” Wen Qing se rio, “No me dejas irme, así
que ¿por qué todavía necesito mis pies?”
Yan Han endureció su corazón y fue a levantar a Wen Qing del
piso a pesar de los forcejeos del otro.
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Cuando Xiao Zhang vio salir a Yan Han con Wen Qing en sus
brazos, rápidamente bajó del auto para abrir la puerta, sin atreverse a mirar
los pies de Wen Qing.
Después de que todo estaba resuelto, condujo apresuradamente
hacia el hospital del centro.
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El médico que tenía ante él parecía haber sido puesto en una
situación un poco difícil, “El vidrio es un poco especial. Los fragmentos de vidrio más grandes son más fáciles de
tratar, y en cuanto a los más pequeños… no podremos verlos claramente durante
la operación debido al sangrado. Tampoco
aparecerán en una radiografía…” El médico miró la expresión de Yan Han y
vaciló, sin atreverse a continuar.
“Hable.” Yan Han frunció el ceño.
“No eliminamos todos los fragmentos de vidrio. Las piezas más pequeñas… solo se pueden quitar una vez que
aparezcan en el futuro.”
Yan Han dio una calada a un cigarrillo. El médico estaba considerando si decirle o no que no estaba
permitido fumar aquí, cuando Yan Han preguntó, “¿Le dolerá caminar?”
El médico se secó el sudor de la frente y respondió, “Le
dolerá un poco. Además, hay bastantes fragmentos
de vidrio en la parte inferior de los pies del paciente y la herida es bastante
profunda.”
A Yan Han le dolía la cabeza mientras le palpitaba la sien.
Aplastó su cigarrillo y se levantó para irse.
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