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7 Dominios Colapsados (PARTE 2)
Jiang Xie lo soltó y se burló. “No sé cuántas veces he soñado
contigo. ¡Cada vez, te cortaba con mil cuchillos!”
Xie Xi estaba pálido. Algo pareció extinguirse de sus ojos cuando su
voz bajó. “Una vez que esté muerto, no volverás a tener esos sueños.”
Esta frase parecía vaciar toda su fuerza y su apariencia débil evocó un viejo recuerdo en Jiang Xie. Recordó la humilde cueva y el hombre débil que sonreía con tanta ternura.
Un aguijón agudo cubrió todo su corazón y Jiang Xie se dio la vuelta.
Vino de repente y se detuvo aún más de repente.
Xie Xi cayó al suelo, la cadena golpeó el suelo y el sonido claro resonó en
toda la mazmorra.
El aturdido Jiang Xie realmente pensó que esta era la cueva y Xie Xi
accidentalmente había dejado caer un cuenco.
Parecía que si se giraba, podría ver los hermosos ojos negros llenos de
amor, como si él fuera el único en el mundo.
¡Falso, todo era falso!
¡Fue hechizado por esos ojos!
La ira se tragó su sentido de la razón. Cuando sus sentidos volvieron,
descubrió que había roto las cadenas que ataban a Xie Xi.
Xie Xi lo miró sin comprender. “¿Pequeño Xie?”
Jiang Xie miró a los ojos negros que eran como una noche de verano,
brindando infinita frescura y comodidad a las personas en un día caluroso.
Esta persona usó estos ojos para seguir diciendo: Jiang Xie, te amo.
Que ridículo. Hasta el día de hoy, su corazón todavía latía por este
hombre hipócrita.
Jiang Xie sonrió con ojos fríos. Agarró la barbilla de Xie Xi y
preguntó, “Rey Bestia Rosa, ¿solo seduces a los hombres?”
Los ojos de Xie Xi se abrieron y sus ojos se atenuaron, tornándose grises.
Jiang Xie lo besó en venganza. Fue duro e imperioso, sin gentileza.
Xie Xi comenzó a luchar, tratando desesperadamente de alejarlo.
Jiang Xie lo colocó contra una pared y habló con saña, “¿Crees que estoy
aquí por ti?”
Xie Xi estaba inmóvil. Todo su cuerpo parecía asustado y estaba tan
pálido como un hombre muerto que dejó de respirar. “Pequeño Jiang… mátame…
mátame, ¿de acuerdo?”
El corazón de Jiang Xie goteaba sangre. Era absurdo que al mirar la apariencia
actual de esta persona, sintiera más dolor que cuando esta persona intentó
matarlo.
Que este hombre sufriera era peor que la desesperación de la traición.
Jiang Xie se odiaba a sí mismo después de darse cuenta de que era tan malo
y débil.
Odiaba a Xie Xi y odiaba su incompetencia aún más. Abrió la boca y
habló sin expresión “Es solo un beso pero ¿quieres morir?”
La expresión de Xie Xi se volvió aún más fea.
Jiang Xie sonrió. “¿Es vergonzoso? ¿Te sientes realmente
mal? ¡Quiero que pruebes lo que yo probé!”
Levantó a Xie Xi y lo sacó del calabozo.
El cuerpo de Xie Xi estaba temblando pero su corazón pensó… ¡finalmente
podía comer y beber!
Fue muy estable durante todo el proceso y cada expresión fue controlada.
El pequeño león podría trabajar duro. Una vez que la “verdad” fuera
expuesta, ¡este sería su crematorio!
Jiang Xie lo sacó del calabozo y todos los guardias quedaron
atónitos. Querían acercarse a él y hablar, pero la presión del rey león
significaba que ninguno de ellos podía moverse.
Había un sirviente personal fuera de la mazmorra y el sirviente también se
sorprendió por la vista.
Jiang Xie ordenó en voz baja, “Ve y prepara el baño.”
El sirviente no se atrevió a preguntar y solo pudo inclinar la
cabeza. “Sí.”
Xie Xi quería bañarse. Él podría tener la bola de limpieza para
mantenerse limpio, pero era cómodo sumergirse en un baño caliente.
Su corazón era hermoso pero su rostro aún estaba nervioso. Le preguntó
a Jiang Xie con voz temblorosa, “¿Qué vas a hacer…?”
Jiang Xie lo llevó de vuelta al palacio. Antes de colocar a Xie Xi en
el baño, agarró una botella de medicina y abrió la boca de Xie Xi para
verterla.
Xie Xi se sorprendió pero no podía liberarse en absoluto.
Jiang Xie era extremadamente feroz pero no había mucha fuerza en su
mano. La mitad de la medicina se derramó de la botella.
Sin embargo, unas pocas gotas de este medicamento fueron suficientes para
agotar a Xie Xi.
Después de tomar la medicina, Jiang Xie lo llevó al baño. Estaba
inexpresivo cuando le arrancó la ropa a Xie Xi y lo arrojó al agua.
Xie Xi no tenía fuerza. Le estaba dando la espalda a Jiang Xie y su
cabello negro disperso en el agua se mojó volviéndose más oscuro, el contraste era
muy agudo.
Jiang Xie entró al agua y besó a Xie Xi.
Xie Xi no podía moverse en absoluto. Además, la posición era estrecha
y no había espacio para moverse.
Jiang Xie no dijo nada más pero bajo el agua…
Hizo las cosas como en el sueño, pero Jiang Xie no sintió la más mínima
felicidad.
Gran pena y desesperación lo capturaron. Él tomó represalias y se
vengó, pero su corazón parecía estar colocado en una tabla de cortar y fue
cortado en pedazos.
En los últimos nueve años, Jiang Xie tuvo innumerables sueños relacionados
con Xie Xi.
Los sueños no tenían nada que ver con el Palacio Rosa. Eran en la
cueva, el pueblo, el desierto interminable…
Xie Xi de vez en cuando dormía bajo el sol y ocasionalmente sostenía el
tronco del árbol mientras esperaba que recogiera la miel. A veces, en el
pueblo, miraba hacia arriba como si notara la mirada de Jiang
Xie. Entonces Xie Xi le daría una sonrisa que solo pertenecía a Jiang Xie.
Jiang Xie sintió que no fue tentado por esos sueños, fue por la sonrisa.
Jiang Xie había observado que Xie Xi nunca miraba a los demás con una
mirada así y nunca miraba con tanta sonrisa a los demás.
Esto era algo suyo, una gentileza que Xie Xi solo le daba a él.
Estaba lleno de indulgencia sin fin y amor hasta los huesos.
Jiang Xie fue capturado por este amor y se entregó a los sentimientos
profundos de Xie Xi.
Sin embargo… este amor era falso.
Cada vez que se despertaba, Jiang Xie pensaba en la última expresión fría
de Xie Xi y sus crueles palabras. “Como sabes esto, no puedo dejarte ir.”
Xie Xi quería matarlo.
Xie Xi lo iba a matar…
Su Xie Xi lo iba a matar…
La desesperación que aumentó en ese momento fue más insoportable que la
muerte de su familia.
Para su familia, los recuerdos de Jiang Xie se limitaban a su padre y su
hermana. No tenía impresión de los demás.
Tenía solo un mes y su madre murió al dar a luz. ¿Qué podría recordar?
Solo había fuego y gritos de miedo. Su deseo de venganza nació de su
deseo de supervivencia.
Vivir era para vengarse.
Huyó del País León y conoció a Xie Xi.
Este fue el verdadero comienzo de su vida. Xie Xi fue la persona que
le dio la vida.
Sin embargo, la persona que reconoció su existencia quería aniquilarlo.
Leo no derramó lágrimas, pero su pecho siempre estaba frío.
Al final, Xie Xi se durmió.
La fuerza de Jiang Xie se derrumbó. Se aferró a Xie Xi como si
quisiera estar incrustado en el cuerpo. “¿Por qué…”
¿Por qué…
Si se pudiera revertir el tiempo, quería quedarse en ese pequeño pueblo
para siempre y disfrutar del sueño irreal.
Xie Xi realmente experimentó lo que significaba ser incapaz de levantarse
de la cama.
Coff…
De hecho, fue bastante divertido.
En cualquier caso, Jiang Xie no se atrevió a ser realmente rudo. Xie
Xi fingió desmayarse y este tipo lo sostuvo con una expresión llorosa.
Si no fuera porque Xie Xi tenía miedo de despertarlo, entonces estaría
riendo a carcajadas.
Unos días después, Xie Xi no temía que el rey león muriera. Temía que
hubiera agujeros en su corazón y pulmones.
Estimaba que el fuego estaba casi apagado y Xie Xi manipuló al robot.
Jiang Xie no permitía que nadie se acercara a esta sección del palacio. Expulsó
a todos los sirvientes y cuidaba de Xie Xi él solo.
Xie Xi era similar a un juguete usado para liberar energía. En
cualquier caso, no podía usar la fuerza en su cuerpo y tenía que “quedarse en
la cama”, debilitándose.
Jiang Xie no le mostraba una buena cara y pronunciaba palabras difíciles de
escuchar, pero su comportamiento era extremadamente gentil y no permitía que
Xie Xi sintiera ninguna molestia.
Al principio, Xie Xi le preguntó a Jiang Xie qué era lo que quería
Jiang Xie estaba inexpresivo. “Torturarte.”
Xie Xi dejó de preguntar.
De alguna manera, la alta frecuencia de las relaciones sexuales era
bastante tortuosa.
El robot llegó a este lugar bajo riesgo de muerte.
Los guardias naturalmente no se atrevieron a detenerlo. Era el
salvador del rey león y el maestro respetado por el rey león.
En ese momento, Jiang Xie estaba mirando un memorial al trono. Xie Xi
dormía en el suave sofá a su lado donde Jiang Xie podía verlo. Su
explicación para sí mismo era que tenía miedo de los trucos de Xie Xi. En
lo que respecta a su corazón… en cualquier caso, Xie Xi lo entendía.
El robot cayó al suelo. “¡Su Majestad!”
Jiang Xie dejó el memorial con una expresión fría. “Maestro, ¿qué está
haciendo?”
“Su Majestad debe tener cuidado. El nombre del Rey Bestia Rosa podría
estar arruinado, pero alguna vez fue el dios de la guerra. Debería
decapitarlo, pero humillarlo así…”
Jiang Xie leyó todas las cosas en el memorial y lo tiró. Salió y
exclamó, “¡Esta es mi pelea solitaria y la forma en que lo manejo depende solo
de mí! ¡No puedes hablar de él!”
“Pero lo sacó de la mazmorra y lo colocó en su habitación. Esto es…”
Jiang Xie estaba enojado. “Si el Maestro solo quiere hablar de eso,
¡por favor váyase!”
El robot yacía en el suelo. “Su Majestad, se va a casar pronto, pero con
un hombre como este… ¡dañará la suerte de la nación!”
Xie Xi se despertó solo para escuchar esta frase y lanzó una mirada de
sorpresa a Jiang Xie.
Jiang Xie lo sintió pero no pudo voltear la cabeza.
Xie Xi susurró, “¿Vas a casarte?”
La habitación estaba tan silenciosa que el sonido de la respiración era
claro y audible.
Jiang Xie se giró para mirarlo. “¿Por qué? ¿Crees que todavía te
recuerdo y me negaré a casarme?”
El color que Xie Xi ganó en los últimos días desapareció. “No… yo…
estoy feliz por ti.”
El corazón de Jiang Xie se convirtió en una bola mientras se burlaba. “No
estás calificado para ser feliz por mí.”
Xie Xi bajó los ojos, sus manos fuertemente agarradas a la cama.
El robot volvió a hablar, “Su Majestad, los rollos de nombres contienen las
hijas de los ministros importantes. ¡No puede ser tan frío con sus
corazones!”
Jiang Xie no pudo contener su ira. “¡Estos asuntos, no hay necesidad
de que critiques o des órdenes!”
El robot no dijo nada. Inexplicablemente miró a Xie Xi.
Xie Xi bajó los ojos.
Jiang Xie lo notó y un extraño sentimiento entró en su corazón. Aun
así, no pensó demasiado. Solo pensó que el maestro quería matar a Xie Xi
en su corazón.
Esa noche, Jiang Xie no hizo nada con Xie Xi y Xie Xi se sentó en la cama
aturdido.
Jiang Xie miró a esta persona y sintió que se estaba sofocando. Sabía
que debía matar a Xie Xi y que no debería ser tan ridículo.
Sin embargo, si la razón pudiera matar las emociones, ¡entonces no habría
tantas cosas sin esperanza en la vida!
No podía quedarse más tiempo aquí. Salió de la habitación y se quedó a
la luz de la luna.
Jiang Xie sabía que Xie Xi no podía correr. Las manos y los pies de
Xie Xi estaban en un estado impotente y no podía escapar por encima de los muros
del palacio.
Justo entonces, una sombra oscura brilló.
Los sentidos agudos de Jiang Xie lo descubrieron al instante.
Rápidamente regresó al palacio y descubrió a un hombre de negro arrodillado
frente a Xie Xi.
El hombre de negro susurró, “Su Majestad, por favor regrese con este viejo
esclavo.”
Xie Xi no dijo nada, pero Jiang Xie ya estaba furioso. Inmediatamente
le disparó al hombre.
¡Muy bien! ¡Xie Xi tenía un as bajo la manga y realmente quería
escapar!
Después de varias rondas de confrontación con el hombre de negro, Jiang Xie
sintió una fuerte sensación de familiaridad.
Él arrancó el disfraz del hombre enmascarado.
Una vez que apareció la vieja cara, Jiang Xie quedó atónito. “¿Maestro?”
¿Cómo podría ser esto?
Este hombre lo rescató del Bosque Bestia y le enseñó artes
marciales. ¿Era el maestro del rey león? ¿Cómo podría ser la persona
de Xie Xi?
Xie Xi había estado allanando el camino durante tanto tiempo para tener este
truco.
El robot cayó al suelo y se arrodilló tres veces con la cabeza golpeándose
contra el suelo. “Lo siento, Sus Majestades, este viejo esclavo no es bueno,
solo puedo…”
Al ver que se iba a suicidar, Jiang Xie atacó su arma con un cuchillo
corto.
El cerebro de Jiang Xie estaba en caos cuando se acercó y preguntó con fuerza, “¡Dime, ¿qué demonios está pasando?!”
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