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8 Dominios Colapsados (17)
Leo era muy diligente e inteligente. Los guardias que le enseñaban
artes marciales estaban llenos de elogios para él. Nunca se habían
encontrado con una semilla tan buena e incluso lamentaban en secreto que fuera
un león en lugar de un tigre.
Leo, naturalmente, no sabía esto. Los guardias solo se lo habían mencionado a Xie Xi varias veces. Debido a su edad, todos esperaban con ansias cuándo el rey bestia tuviera un hijo. Este león definitivamente no era hijo de Xie Xi, pero si el rey bestia pudiera tener un cachorro de tigre tan bueno, ¡sería una gran bendición para su país de tigres!
A Xie Xi le gustaba escuchar a la gente alabando a Jiang Xie. Oh, lo
que menos le gustaba era escuchar a Jiang Xie alabarse a sí mismo, pero lo que
escuchaba a menudo era lo segundo.
En resumen, Xie Xi estaba muy feliz. De vez en cuando, encontraba
maestros de artes marciales para charlar y lavarse los oídos.
Leo era tan bueno que después de un mes, varios guardias se unieron y
tuvieron la intención de darle una pequeña evaluación a Leo para mostrar sus
logros.
Xie Xi, naturalmente, tenía que verlo. Tomó un baño medicinal y fue al
campo de entrenamiento por la mañana.
El maestro nacional fue a una reunión y Xie Xi era libre de jactarse del
pequeño león sin ningún escrúpulo.
Estos guardias tenían experiencia. Como élites del País Tigre, todos
podían ser independientes en el campo de batalla.
La primera evaluación fue un duelo de combate cuerpo a cuerpo. No
miren cómo solo ha estado entrenando durante un mes. El pequeño león ya
obtuvo grandes beneficios y pudo unirse con los guardias. La fuerza en su
puño parecía que podría romper una roca.
Xie Xi no pudo evitar animar. “¡Muy bueno!”
El pequeño león miró y el par de ojos dorados se iluminaron como pequeños
soles.
¡Xie Xi sonrió y Leo se hizo más poderoso!
Lo siguiente fue la evaluación de armas. Leo era particularmente bueno
con el cuchillo largo. El guardia a cargo de la evaluación decía, “Su
Majestad debe tener cuidado, tenga cuidado…”
Por supuesto, el tono era exagerado. El uso de armas dependía de la
competencia y la experiencia. Una persona no podía confiar en la fuerza
para reprimir al oponente.
Xie Xi se echó a reír. “Sí, practicaré más en el futuro.”
¡No sabía si era fácil de usar, pero esta persona era demasiado hermosa
cuando la usaba!
Finalmente, se evaluó el tiro con arco y Leo disparó a su propio objetivo.
Sus movimientos eran estándar y el brazo que dibujaba el arco era fuerte y
poderoso. Su mirada concentrada era encantadora y en el momento en que la
flecha emplumada salió del arco, todo el ruido fue barrido. Atrajo la
atención de todos mientras escuchaban el sonido.
Leo disparó varias flechas seguidas y cada flecha era precisa. ¡Disparó
constantemente en cierto punto y el puntaje no era malo!
El maestro que enseñaba tiro con arco no podía evitar jactarse de
Leo. ¡Dijeron que nunca habían visto un talento tan único!
Xie Xi estaba sonriendo y su corazón era brillante.
Jiang Xie realmente tenía calificaciones de nivel dios, en particular, su
precisión era demasiado completa. Las almas no heredaban los objetos, las
habilidades y la experiencia del cuerpo original, pero su impulso a sobrevivir
les hizo heredar algunas cosas.
Por lo tanto, casi cada alma era un todo terreno, especialmente en términos
de fuerza. El físico de mala suerte era demasiado amargo y realmente
morirían si no fueran 200% poderosos.
El pequeño león sudaba al final de la evaluación. Se inclinó ante los
maestros antes de mirar hacia el lugar alto que contenía a Xie Xi.
Xie Xi bajó y lo alabó sin ceremonias. “Genial, tienes talento para
llegar tan lejos en un mes. ¡Serás un poderoso guerrero en el futuro!”
Habló tan sinceramente que el corazón de Leo latió con fuerza. Había
estado activo durante tanto tiempo y tenía calor, pero solo se estaba poniendo
más caliente. Era como si un fuego encendido por la sonrisa de Xie Xi
ardiera en su cuerpo.
“Yo…”
Xie Xi no se dio cuenta de nada y dijo, “Estás sudando, ve a
bañarte. Haré que la gente prepare refrescos en el jardín. Juntos,
vamos…”
Después de escuchar la palabra jardín, fue como si Leo fuera una máquina
cuyo interruptor estaba encendido.
Tiró de Xie Xi y besó sus labios en un gesto tan fuerte que no podía
negarse.
Xie Xi se sorprendió.
Leo tuvo tantos sueños y desarrolló muchas habilidades. Además, su
cuerpo parecía estar en llamas y su beso no podía esperar para devorar a Xie
Xi.
Los guardias del País Tigre estaban atónitos.
¿Qué era esta situación? Su Majestad…
¡Los sentidos de varias personas regresaron rápidamente e inmediatamente se
giraron para irse!
Xie Xi estaba mareado. ¡Quería que un fantasma viniera y alejara a
este león!
Sí… Xie Xi se dio cuenta de lo que pasó.
Había estado tan tranquilo que Xie Xi se había olvidado del período de
celo. ¡El pequeño león estaba en celo!
Este beso era ardiente y ansioso. La poderosa mano lo quemó a través
de su ropa, sin mencionar que Jiang Xie estaba cubierto de sudor. Este
calor loco parecía infectar a Xie Xi.
Después de todo, este era el hombre en su corazón. Él estaba así…
¿cómo podría Xie Xi no reaccionar?
Sin embargo, no era bueno. Había estado tomando baños medicinales
durante un mes y estaba mucho mejor, pero el período de celo no era una
broma. ¡Xie Xi realmente podría morir bajo el cuerpo del pequeño león!
En ese momento, se escuchó un fuerte grito. “¿Qué están haciendo? ¡Contrólenlo!”
Xie Xi vio al enojado maestro nacional.
Nunca había visto al maestro nacional en ese estado. Los ojos grises
claros estaban inyectados de sangre, los labios finos estaban drenados de
sangre y parecía que había salido del infierno, ¡emitiendo una sensación
aterradora!
Los sentidos de los guardias volvieron rápidamente y se adelantaron para
controlar al león.
Xie Xi temía que lo lastimaran y apresuradamente dijo, “Acaba de entrar en
celo.”
Leo fue tan agresivo que casi se separó del control de los
guardias. El maestro nacional avanzó y le dio un puñetazo en la cara.
La sangre fluyó de una esquina de la boca de Leo.
Este golpe fue preciso y feroz. Si no fuera por el físico fuerte de
Leo, podría haberle roto varios dientes.
El corazón de Xie Xi dolía pero no sabía por quién debería sentirse
angustiado.
¿Acaso es divertido jugar contigo
mismo?
Xie Xi quería ir a ver a Leo, pero tenía miedo de provocar nuevamente al
maestro nacional.
El maestro nacional le gritó fríamente a Leo, “¡Absolutamente vergonzoso!”
El golpe y las frías palabras hicieron que Leo se calmara un poco.
Ya no luchó y dejó que los guardias lo reprimieran.
Xie Xi jadeó y no sabía qué decir…
Parecía que en ese momento, todo lo que podía hacer era callarse.
El maestro nacional se giró para mirar a Xie Xi y controló su horrible ira. Cuidadosamente
sostuvo a Xie Xi, mirando los labios rojos e hinchados. “Este subordinado
llegó tarde, es mi pecado…”
Xie Xi, “…”
El tosió. “No es nada, esto…” Quería decir que no culpara a Leo, pero
tenía miedo del corazón del maestro nacional.
Sin embargo, si no lo decía, el pequeño león abatido probablemente se
culparía a sí mismo.
Xie Xi tuvo que decir, “Fui descuidado y olvidé que el pequeño Xie aún no
ha pasado el período de celo.”
Las orejas del pequeño león se movieron pero no tuvo el coraje de mirar a
Xie Xi.
El maestro nacional permaneció sin cambios y siguió sosteniendo Xie Xi. “No
lo vea en los próximos días.”
Xie Xi estaba ansioso. El período de celo había llegado y no podía
posponerse. Si no viera al pequeño león, ¿qué haría Leo?
El maestro nacional continuó, “¿Qué tipo de hombre bestia león
quiere? Este subordinado puede encontrar cualquier hombre o mujer para
él.”
Xie Xi no lo pensó mientras gritaba, “¡No!”
¡Qué broma! La escoria de su lado era una escoria falsa. Si el
alma realmente lo hiciera con alguien más, ¡estaba siendo infiel! ¡Realmente
mataría a esta persona!
Las palabras que pronunció sorprendieron al maestro nacional.
Al mismo tiempo, el pequeño león finalmente levantó la vista con un brillo
en sus ojos.
Esto era realmente hielo y fuego. Si el hielo se fortalecía, entonces
el fuego se extinguía. Si se encendía el fuego, el hielo se derretía.
¡No podían coexistir!
Leo habló para que Xie Xi no tuviera opción. “Prefiero morir antes que
tener relaciones con otra persona.”
El maestro nacional le dijo a los guardias, “Todos, retírense.” Los
altos y fuertes guardias quedaron atónitos, pero no se atrevieron a preguntar
nada mientras se retiraban.
Nadie reprimió al pequeño león, pero no perdió el tiempo.
El maestro nacional esperó a que la gente se fuera antes de preguntar
fríamente, “¿Quieres que Su Majestad te acompañe durante tu celo?”
El león guardó silencio.
El maestro nacional continuó, “El cuerpo de Su Majestad no puede
soportarlo. ¡No permitiré que nadie lastime a Su Majestad!”
Era razonable aunque definitivamente tenía sus propios sentimientos. Xie
Xi creía que incluso si su cuerpo estuviera bien, el maestro nacional no permitiría
que él y Leo fueran así.
Leo hizo una pausa antes de responder, “No lo lastimaré.”
El maestro nacional se burló. “Mira tu propia apariencia. Eres un
adulto pero aún conservas algunos rasgos de bestia. ¡Una persona con
rasgos serios de bestia como tú solo será más feroz durante el celo!”
Leo miró a la otra persona. “¡Dije que no lo lastimaré!”
“Entonces aguanta. Si te conviertes en una bestia asesina, no dudaré
en matarte.”
Leo guardó silencio pero tercamente dejó sus ojos abiertos.
Podía golpearse, matarse o maldecirse, pero no podía soltar a Xie Xi.
Ser una bestia asesina no era diferente de la muerte.
¡Incluso si Leo muriera, nadie más moriría!
El cerebro de Xie Xi estaba girando y finalmente tuvo que hacer bullying al
maestro nacional. “No puedo dejarlo solo.”
Las pupilas del maestro nacional se encogieron y la mano escondida en la
capa se apretó con fuerza.
Xie Xi preguntó, “¿Puedo hablar con él a solas?”
Estaba hablando con el maestro nacional. La cara del maestro nacional
estaba cubierta con una fina capa de escarcha. “No dejaré que nadie te
lastime.”
Xie Xi miró al maestro nacional. “Mientras no lo quiera, nadie puede
lastimarme.”
Las palabras eran como una cuchilla afilada que perforaba el corazón del
maestro nacional. Su calma desapareció y sus ojos estaban llenos de inquietud. “Su
Majestad…”
Xie Xi le dijo, “Sal primero.”
Los labios del maestro nacional temblaron antes de que finalmente
respondiera, “Sí.”
Se giró, cubierto de nuevo por la capa blanca. Sin embargo, infinita
soledad venía de él.
Xie Xi no podía evitarlo. Lamentaba que accidentalmente se resbalara y
aceptara a dos Jiang Xies. Los dos mundos se habían mezclado para crear
esta situación.
Leo lo miró fijamente. “Señor…” Su voz estaba llena de calor.
Xie Xi lo besó en la frente. “Te ayudare.”
Leo lo besó con fuerza.
¿Quizás fue porque Leo tenía miedo de lastimarlo o tal vez estaba
relacionado con los sueños anteriores? No lo hicieron hasta el final.
Aunque no lo hicieron, Xie Xi todavía estaba cansado hasta la
muerte. Sus muslos estaban rojos e hinchados y estaba inestable cuando se
puso de pie.
Por la mañana, el maestro nacional le preparó un baño medicinal y lo frotó
seriamente.
Xie Xi lo vio así y estaba realmente angustiado. “No lo hice con él…”
Quién sabía que el maestro nacional parecía saberlo ya. “Lo sé.”
Xie Xi lo miró sin expresión.
El maestro nacional tiró del moño en su cabeza donde la gema rosa roja
reflejaba una hermosa luz.
Sin embargo, Xie Xi no notó la gema. Solo vio el largo cabello blanco
cayendo como una cascada.
El maestro nacional le dio la horquilla con un suspiro. “Lo siento,
este subordinado rompió su promesa. Se lo daré a usted.”
Xie Xi no sabía lo que significaba.
El maestro nacional declaró, “Le ayudará si quiere usar su habilidad.”
Xie Xi miró el rubí con incrustaciones en el jade.
El rubí era pequeño pero estaba tallado de forma extremadamente hermosa en
una rosa floreciente. Cada pétalo podría distinguirse fácilmente en una
gema tan pequeña.
Los pétalos eran tan delgados que parecían poder romperse al tocarlos, pero
en realidad eran muy fuertes. Xie Xi creía que no habría daños, incluso si
caía al suelo.
Entre los rumores de la gente común, el arete de rosa en el oído de Xie Xi
se derivaba del patrón de su pelaje en sus orejas de bestia.
Entonces Xie Xi lo vio de nuevo en forma de una horquilla de jade en el
cabello del maestro nacional.
El lustre parecía bajar cuando se colocaba en el pelo nevado.
Xie Xi no estaba seguro de lo que realmente representaba. ¿Qué quiso
decir el maestro nacional con eso ayudaría a su habilidad?
¿Cuál era su habilidad?
Xie Xi tomó el jade y una energía caliente fluyó hacia la palma de su mano. El jade se convirtió en un arete de rubí.
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